La procesionaria es una de las plagas mas dañinas para el crecimiento de los pinos llegando a producir la muerte de los mismos.
La procesionaria del pino ocasiona la pérdida de acículas, pues las orugas se alimentan en invierno de las acículas de pinos y cedros.
El daño más importante lo hacen desde el final del invierno hasta mitad de la primavera, cuando las orugas son más grandes y voraces.
Las larvas del 3º al 5º estadio son fuertemente alergénicas, pudiendo llegar a producir severos brotes alérgicos en personas y animales.
Los tratamientos mas eficaces para la eliminación de la procesionaria son: la endoterapia en otoño, las trampas de feromonas en verano y las trampas físicas a finales de invierno y principios de primavera.
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